El Teatro Circular de Montevideo para la época de su nacimiento, en 1954, fue una verdadera “piedra en el charco” y no concitó la aprobación de alguna gente de teatro. En primer lugar atacaba el mito del teatro frontal, arrancaba la “cuarta pared” que en forma ilusoria separaba al escenario de la platea la cual era en ese entonces escrupulosamente respetada por los directores teatrales.
Para muchos era un imposible que rompería la magia del teatro y la ilusión que crea la sala a la italiana. En segundo lugar gente hubo que no podía entender cómo el actor le iba a dar la espalda al espectador y al mismo tiempo mantener una estética “teatral”. Vale la pena recordar un párrafo de una de las primeras críticas que cosechó Teatro Circular de Montevideo: “Si bien el teatro tradicional está en completa decadencia, no creemos que por el Teatro Circular de Montevideo se vuelva a las primeras raíces del drama, sino que sólo es otro de los experimentos que junto con los llevados por el cine, queden como formas snobs de una época de ansiedad en la búsqueda de la revolución del Arte”.
Sesenta y cuatro años después, podemos darnos el lujo de leer con una sonrisa indulgente la palabra “snobs” y la falta de confianza en lo que se estaba gestando en el sótano de la calle Rondeau.
Comenzó así, desde 1954, un nuevo espacio, que, casi sin modificaciones ha seguido hasta el día de hoy, y que, incluso según testimonio de muchos extranjeros, es uno de los más hermosos teatros circulares del mundo. En realidad, Teatro Circular, fue una innovación por aquellos años aquí, en Uruguay, pues, como es sabido, tiene antecedentes muy antiguos que vienen de las primeras representaciones del ceremonial religioso, los Ditirambos de de las fiestas Dionisíacas, los autos sacramentales del medioevo, la Comedia del Arte, cierto teatro Oriental y no muy lejos, pero con diferentes características, el qaue representaban en su circo los hermanos Podestá en el Río de la Plata; incluso en EE.UU. existían desde 1914 teatros circulares, llamados alli “Arena Stage” , “Circus Theater” , etc.
Con diversos directores, con muchos actores y técnicos complementándose en el correr del tiempo, el Teatro Circular de Montevideo cimentó su prestigio dentro de una rigurosa línea de teatro independiente acorde a los Principios Generales establecidos por FUTI (Federación Uruguaya de Teatros Independientes). Pero el destino le reservaba al Teatro Circular de Montevideo el cumplimiento de un segundo rol histórico. Durante el gobierno de facto que duró de 1973 a 1984, esta Institución se adaptó a la nueva situación y poco a poco fue ganando espacios y logró poner en escena un repertorio bien elegido que lo convirtió en un bastión de la resistencia.
Fue ejemplo. Otros teatros siguieron esa línea y fueron creados incluso en esa dirección. A esta altura.
El Teatro Circular es un mojón muy importante de la vida del teatro en Montevideo, por su originalidad, por su militancia, por su contribución artística.
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